El futuro serán las energías renovables, es decir, aquellas de las que poseemos una fuente inagotable de la cual obtener energía. Poco a poco, ese futuro se torna en presente gracias a la investigación y al desarrollo de la tecnología, que avanza a pasos de gigante.
Quizás, la sociedad empezó a percibir esta evolución con la entrada de las bombillas de bajo consumo. El mundo no se para y la evolución, aunque se note menos, tampoco, pues sobretodo consiste en mejorar los rendimientos de lo que ya tenemos, como pueden ser los consumos de las pantallas.
El siguiente paso, y nunca mejor dicho, es la evolución del suelo, ese firme por el que pisamos y que en poco tiempo será un gran generador de energía gratuita renovable.