El octavo continente. LA BASURA.

Vuelvo a escribir, como nos dijo un seguidor en twitter "caminamos lento, pero nunca hacia atrás". La verdad que el tiempo cada vez es más cotizado, son muchas las horas que necesitamos en nuestra vida diaria, y pocas las que tenemos para poder escribir en este nuestro blog, haciendo una vaga alusión a una conocida comunidad de vecinos.

Ayer por la noche, no lo toméis al pie de la letra, vi pasar al camión de la basura, que recoge nuestros desperdicios y los lleva al punto de reunión, donde toda nuestra querida y odiada basura va a parar. EL VERTEDERO.

Podríamos pensar que todo esta más o menos organizado, nuestra basura viaja de nuestros hogares hasta el vertedero cada día, un perfecto baile de sostenibilidad, eficiencia, y limpieza en nuestras ciudades.

Imaginemos por un instante que esa organización desaparece y reina un caos total, donde la basura es transportada por el viento depositándola en cualquier lugar que le parezca bien.

Ahora dejemos de imaginar.

El octavo continente. LA BASURA.

Entre California y Hawai se está formando una gran balsa de basura, y cuando digo gran, es en el mayor de sus significados, si no me creéis os doy sus datos que según los estudios son:

- 3.43 millones de kilómetros cuadrados, para haceros una idea, un tercio de la superficie de Europa.

- 3.5 millones de toneladas de peso

- El 80% es plástico, que sabemos que se degradan rápido. (Ains que cabeza, me he equivocado, tardan entre 100 y 1000 años en degradarse.)

Seguramente lo que empezó como un bebe de pocos kilos, se ha hecho todo un hombretón, gracias a nuestra basura de las costas y a las corrientes que le dan de comer.

Y ahora la solución: Ninguna.

Como se encuentra en aguas internacionales, nadie se quiere hacer cargo de este bebe venido a más.

Yo, viviendo en España, propongo que se acerque a nuestras costas para así poder recalificar terreno apto para la construcción, veréis que pelotazo inmobiliario doy. ¿Aguantarán los cimientos de mi mansión?