La historia.
En Enero de 1965, durante la operación "Crimp", descansando sobre el suelo de la jungla, el general Stewart Green, se sentó sobre lo que creía que era un escorpión o similar, pero resultó ser un clavo de una de las trampillas de madera que conducían a un túnel. Se internó en el túnel, pero tuvo que salir rápidamente a causa de la claustrofobia y de la oscuridad.
Ante la estrechez del túnel, decidió lanzar una granada de humo, resultando que el humo comenzó a aparecer por diversas aberturas repartidas por toda la zona de la jungla. Acababan de descubrir el secreto de los Vietcong para combatir de forma tan sigilosa y fantasmal, una enorme cantidad de túneles excavados por toda la selva e intercomunicados entre sí.
Los túneles.
La red de túneles, abarcaba kilómetros, desde la frontera camboyana hasta las puertas de Saigon. El sistema de túneles ocultaba todo lo que necesitaban para defenderse de los ataques de la infantería estadounidense: talleres y almacenes para esconder suministros y armas, cuarteles para preparar sus estrategias de batalla, hospitales, cocinas y dormitorios, todo ello bajo tierra. De día estaban ocultos, pero de noche salían los guerrilleros pobremente armados para defenderse.
Este vasto sistema de túneles, comenzó a construirse durante la guerra colonial contra los franceses (1945-1954) y se amplió muy rápidamente con la llegada de los americanos. Algunos de los túneles tenían varios niveles de altura. Las trampillas para acceder a los túneles eran casi indetectables. Los túneles tenían solo unos pocos centímetros de diámetro, así que solo los mas ágiles y delgados podían introducirse con soltura por ellos. Había túneles falsos y otros aparentemente sin salida. Los túneles estaban plagados de trampas y algunas de ellas con estacas de bambú envenenadas.
Los ratas.
Para combatir a los Vietcong y su extravagante sistema de defensa, se formaron los ratas.
Los ratas de túnel era un grupo de especialistas que se formó para combatirlos. Estaba formado por soldados de E.E.U.U, Australia y Nueva Zelanda. Su misión era introducirse en los túneles, aniquilar a los Vietcong, obtener información y, posteriormente, destruirlos mediante explosivos.
Al principio utilizaron humos, agentes químicos y explosivos para localizar y destruir los túneles, y perros rastreadores para localizar a los guerrilleros. Pero el terreno, las trampas y las reparaciones nocturnas de los Vietcong, hacía que todas estas acciones fuesen en vano.
Por estas razones, se comenzó a introducir a hombres en los túneles. Estos hombres iban casi a cuerpo descubierto, ya que solo contaban con una linterna, una pistola y un cuchillo.
La tarea de estos especialistas era especialmente dura, ya que debían de arrastrarse por las galerías de los túneles, luchar a oscuras contra los enemigos y sortear las trampas. Todo esto combinado con la pestilencia a muerto dentro de las galerías, ya que los cadáveres de los guerrilleros se pudrían dentro de las galerías. Como trampas se encontraban minas, explosivos, agujeros camuflados con estacas punjis embadurnadas en excremento para infectar las heridas, incluso trampas que podían liberar escorpiones o serpientes venenosas.
Los ratas tenían sus propios métodos de actuación, como por ejemplo, el no disparar mas de 3 veces sin recargar, ya que así, los guerrilleros no sabrían cuando se habían quedado sin munición. Nunca se dejaba el cadáver de un rata dentro de ningún túnel. Operaban en pequeños grupos y retransmitían la información al exterior mediante cable telefónico, y siempre atentos a cualquier ruido que delatase la presencia de algún guerrillero.
A veces, estos hombres, se venían abajo durante el trabajo y eran sacados a la superficie llorando y rogando que los relevaran para no tener que volver a entrar en esos túneles. Estaban sometidos a una tremenda presión. Era frecuente que muchos de ellos acabasen con graves trastornos mentales y desequilibrios psíquicos.
En multitud de ocasiones, los ratas, eran emboscados dentro de los propios túneles y, por la espalda, recibían la estocada final. Otras veces, en la entrada del túnel colocaban explosivos para activarlos desde la sombra cuando el rata se disponía a entrar.
Pero sin duda, la trampa mas utilizada, era un simple agujero en el suelo, con dos placas de pinchos, para que, al pisarla, el pie quedase atrapado y poder rematar al enemigo.
En la actualidad, la red de túneles de Cu Chi, supone una de las mas curiosas y visitadas atracciones de Vietnam, donde se exponen algunas de las trampas que se utilizaban contra los ratas.
Increible Uli...
ResponderEliminarpobre de ellos
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